vidainternet: Vestidos cóctel 2010 de Pronovias

Los vestidos largos no pasan de moda, así lo demuestra la Colección 2010 de vestidos cóctel de Pronovias, en la que destacan las sedas, el encaje y los bordados, así como las telas vaporosas y colores primaverales, sin olvidar los clásicos negros, rojos y azules. La sencillez de los modelos destacan la belleza de los diseños que presentan una gama extensa en la que priman los drapeados al corpiño y las gasas. A continuación una muestra.

Los corpiños se convierten una vez más en un sello personal de esta colección, destacando los modelos Jupiter, en gris bordado en las tiras, y Jaiba en azul, cuya sencillez y drapeado en el hombro estiliza la figura. Ambos diseños definen cintura y caderas.

En muselina, los diseños Jalon (azul) y Blonde (negro) presentan el detalle de pedrerías en cortes largos, así como el lazo lateral para estilizar la figura, en el caso del Jalon. Este tipo de modelos pertenecen al grupo de los clásicos, pues su corte y corpiño le conceden la elegancia clásica que no pasa de moda. Son ideales para matrimonios o fiestas de gala.

Colores claros en muselina o en seda, pueden ser una opción si eres algo más atrevida. El tono nude brinda una elegancia natural, mientras que el lila , algo más atrevido, destaca la sensualidad y elegancia femenina. Ambos diseños en gasa están exquisitamente bordados en detalles del hombro y pecho, con la delicadeza de los vestidos de novia.

Si por el contrario prefieres llevar la primavera en ti, estos trajes en tela estampada pueden ser tu elección. El uso del corpiño también se destaca en el Bermeo, cuyo estampado en la base, realza el largo acampanado, dejando el vestido con la similitud de una flor. Mientras que el Bidasoa, con su escote en “V” y el cinturón bajo el busto destaca la femineidad y frescura del modelo primaveral.

No podemos terminar la lista sin mencionar los clásicos vestidos cortos en corte princesa, elegantes para cualquier ocasión. Así mismo, los vestidos vaporosos en gasa estampada, cuyo diseño de corsé y moño en el hombro, lo convierten en elegante representante de los cócteles vespertinos.